sexta-feira, 20 de dezembro de 2013

Ibuprofeno reduz placas amilóides na Doença de Alzheimer

                    
Fonte: The Journal of Neuroscience, 01/08/2000
     
Um novo estudo indica que o Ibuprofeno reduz significativamente a inflamação e as placas amilóides em modelos animais da doença de Alzheimer e pode, algum dia, ajudar a prevenir a doença em humanos.

A doença de Alzheimer, uma forma severa de demência, afeta cerca de 4 milhões de americanos. Esta doença causa a formação de placas e emaranhados, estruturas cerebrais anormais, que precedem o início dos sintomas. Atualmente, as terapias podem desacelerar parcialmente a progressão da doença, mas não são capazes de detê-la. Não há qualquer método eficaz para prevenção ou tratamento.

"O Ibuprofeno e medicamentos similares podem controlar não apenas a resposta inflamatória à placa, mas o número de placas", diz o principal autor do estudo Gregory Cole, Ph.D., do Centro Médico de Administração dos Veteranos, em Sepúlveda, Califórnia, e da Universidade da Califórnia em Los Angeles.

O estudo foi publicado na edição de hoje do The Journal of Neuroscience. No estudo, o grupo de Cole alimentou camundongos de 10 meses de idade com refeições contendo Ibuprofeno durante seis meses.

Os pesquisadores observaram reduções significativas no número das células inflamatórias bem como do número e tamanho do processo degenerativo dos nervos. Curiosamente, o Ibuprofeno realmente reduziu o número de placas. Curiosamente, o Ibuprofeno realmente reduziu o número de placas. A pesquisa sugere que anti-inflamatórios, incluindo o Ibuprofeno, podem auxiliar na prevenção da doença se administrados no início.

Em humanos, as placas levam 20 anos para se formar antes que os problemas de memória e outros sintomas clínicos apareçam. Portanto, a redução significativa do número de lesões através do uso de Ibuprofeno pode retardar o desenvolvimento da doença por cerca de uma década. Como após os 65 anos o risco de desenvolver a doença duplica a cada 5 anos, um atraso médio de 10 anos para o estabelecimento da doença poderia prevenir 75% dos casos.

domingo, 8 de dezembro de 2013

Relacionan el exceso de glutamato con el Alzheimer

El mismo grupo de investigación que en 2000 descubrió la actividad de dos enzimas glutaminasa en cerebro, investiga ahora la posible relación del exceso de glutamato producido por éstas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.



La Genómica funcional se confirma como uno de los grandes retos de la investigación científica en el siglo XXI. Se estima que de los aproximadamente 28.000 genes diferentes identificados en el ser humano, sólo se conocen la función de la mitad, por lo que el objetivo pasa por hallar las funciones del resto e identificar su actividad completa.
Javier Márquez (derecha) junto al grupo de Cancerómica de la Facultad de Ciencias. /Foto: Uciencia
Javier Márquez (derecha) junto al grupo de Cancerómica de la Facultad de Ciencias. /Foto: Uciencia
 
En muchos casos, durante la investigación suelen encontrarse patrones o actividades genéticas nuevas de ciertas enzimas que se desconocían hasta el momento. Es el caso de la glutaminasa, un tipo de proteína que se manifiesta de dos formas distintas en el cerebro cuando se pensaba que sólo lo hacía de una. En concreto, se ha detectado una nueva isoenzima, que rompe con los modelos vigentes hasta el momento de síntesis y regulación del glutamato. Éste es el principal neurotransmisor excitador del cerebro y, según resultados previos obtenidos, podría estar directamente relacionado con diversas alteraciones y enfermedades neurológicas como el Parkinson o el Alzheimer. Dos son los motivos principales: por un lado, la capacidad del glutamato para regular actividades vitales como la respiración y, por otro, su toxicidad, que en exceso afectaría a las neuronas, provocando un daño cerebral irreversible.
 
El doctor Javier Márquez Gómez del departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Málaga (UMA), fue quien – junto a su equipo – descubrió esta particularidad en el año 2000. A raíz del hallazgo ha seguido trabajando en esta proteína, tanto en la localización de sus funciones, como en el motivo de que ambas estén el cerebro. Esta segunda isoenzima, denominada glutaminasa L, logra generar glutamato a través de glutamina. Además, está situada en el núcleo de las neuronas, a diferencia de la tradicional glutaminasa K, que está emplazada en la mitocondria. Precisamente, este origen nuclear de la glutaminasa L y el desconocimiento de su función, centran el objetivo de estudio del proyecto.
 
Para intentar demostrar la relación directa de alteraciones en el ciclo glutamina/glutamato con la pérdida de memoria, convulsiones o la epilepsia, el grupo de investigación trabaja con modelos animales. “Es preciso determinar la enzima responsable de generar el glutamato neurotóxico responsable de estos trastornos neurológicos y averiguar qué enzima glutaminasa genera el glutamato destinado a la neurotransmisión y cuál produce el destinado a la generación de energía”, explica Márquez Gómez.
 
En la experimentación se ha optado por los ratones Knock-Out, es decir, manipulados genéticamente para anular la actividad de un gen concreto. Así, gracias a su similitud con la estructura genética del ser humano (más del 99 por ciento de los genes humanos posee un gen homólogo en ratón), se podrá determinar la función de ambas enzimas glutaminasa. A cada ratón se le hará un fenotipado, o lo que es lo mismo, una caracterización completa a nivel molecular y fisiológico, así como de su comportamiento mediante estudios conductuales. De esta forma, en función de las reacciones del ratón, se podrán obtener evidencias de la relación directa o no de las dos glutaminasas con las alteraciones y enfermedades neurológicas e incluso el cáncer, ya que, según advierte este investigador malagueño, “los tumores se caracterizan por devorar la glutamina, así que la glutaminasa constituye una diana molecular en la terapia antitumoral y si bloqueamos esa enzima se podría reducir o eliminar el tumor”.
 
La investigación, que se desarrolla en los laboratorios de la Facultad de Ciencia de la UMA, está contemplada hasta el 30 de Noviembre de 2010 dentro de los Proyectos del Plan Nacional de Investigación, con una financiación de 250.000 euros.